EDITORA: CARMEN ECHAZARRETA
Fecha límite de recepción de artículos: 15 de octubre de 2021
Imagen de Gerd Altmann en Pixabay
La de 2020 no ha sido la primera pandemia que ha atravesado la Humanidad, como tampoco será la última, al menos, eso aseguran las voces expertas. Lo que sí ha sido una novedad es que esta tragedia sanitaria global coincide con el mayor periodo de interconectividad que hemos experimentado como especie.
A principios de mayo de ese año, la Organización Mundial de la Salud publicó una hoja informativa titulada Entender la Infodemia y la Desinformación en la lucha contra la Covid-19, en la que se advierte sobre las consecuencias tanto de la infodemia (flujo excesivo de información, verídica o no) como de la desinformación deliberada.
Porque la extraordinaria difusión de las tecnologías de la información está suponiendo la quiebra de muchos paradigmas educativos tradicionales. En este contexto global, los medios digitales -Internet- han disipado las fronteras entre la comunicación de masas y la comunicación interpersonal y, las diferencias entre los productores y los consumidores de productos culturales y de entretenimiento, son cada vez más difusas. Muchas de estas transformaciones implican inexorablemente a la infancia, adolescencia y juventud, usuarios intensivos de las tecnologías, que provenientes de las pantallas audiovisuales, han migrado a las interficies digitales.
Si antaño aceptamos, no sin controversia, la introducción de la alfabetización audiovisual en los currículos escolares, particularmente en la Secundaria, también hay que plantearse la necesidad imperiosa de incorporar la alfabetización digital. Porque ahora, ya, el ecosistema mediático es plenamente digital, con un crecimiento exponencial del consumo de las redes sociales, sobre todo a edades muy tempranas, avalado por una multitud de estudios que intentan dilucidar los vínculos que establecen estos consumidores con las redes.
La llamada a contribuciones de este número 21 de Communication Papers surge para abordar, desde todo punto de vista, este cambio necesario de paradigma: del modelo educativo sustentado en la lectoescriptura, y a lo sumo, en una tímida integración de lo audiovisual, al digital literacy. Ahora hay que enseñar a aprender ser competente en los entornos y lenguajes digitales, y esto, además de ser un cambio cultural muy importante, supone implementar competencias digitales, porque, en definitiva, estar alfabetizado digitalmente es poseer la capacitación tecnológica imprescindible para desarrollarse activamente en la sociedad actual y poder intervenir críticamente.
Palabras clave: Entornos y lenguajes digitales, Alfabetización audiovisual y digital, Competencias digitales, Políticas y herramientas digitales, Prosumers, Neurociencia aplicada a la educació, Nuevas estrategias de formación, Infodemia, Desinformación, Noticias falsas, Redes sociales, Conductas adictivas en la Red.
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